Máximo es un mecánico de motocicletas certificado con una sólida reputación en la región de Urabá en Colombia, ubicado en América del Sur. Él y su esposa cerraron su tienda en la ciudad. Trasladaron a su familia a un lugar rural, donde tienen mucho menos gastos generales y más libertad para trabajar en sus propios términos.
Profundamente comprometido en su nueva comunidad, Máximo dio un paso adelante como líder y se unió al Comité Supervisor del Programa de Bicicletas para el Empoderamiento Educativo (BEEP por sus siglas en inglés) en la escuela de su hija Luisa. Máximo piensa que la bicicleta Buffalo es hermosa. También considera que el objetivo de proporcionar a los estudiantes acceso a la educación es muy importante. Él cree en el modelo BEEP, porque responsabiliza a los estudiantes niños a mantener su parte del trato, en la asistencia a la escuela y en mantener en buen estado sus bicicletas. Máximo cree que las reglas y crear buenos hábitos en la vida de las personas, son muy importantes.
En asociación con Postobón (la principal compañía de bebidas de Colombia), inicialmente se distribuyeron 680 bicicletas a estudiantes rurales. Con un fuerte énfasis en medir y evaluar los resultados de la educación para los estudiantes a lo largo del tiempo, Máximo será un participante muy activo ya que World Bicycle Relief y Postobón colaboran con la comunidad, para recopilar datos y hacer crecer el programa.
En la comunidad donde viven Máximo y su familia, la ruta que los niños recorren para ir a la escuela, está bordeada por plantaciones de banano, las cuales llegan, hasta donde alcanza la vista. En general, los niños viajan en autobús gratuito a la escuela con capacidad para unos 40 pasajeros. Sin embargo, durante las temporadas de cosecha (4-5 veces al año), hay una afluencia de trabajadores del campo que viajan en esta misma ruta todos los días y dependen del autobús para llegar a sus lugares de trabajo. Si el conductor del autobús mira para otro lado, el recuento de pasajeros puede llegar fácilmente a 100.
Luisa Ramos asiste a la escuela de 6:30 a.m. a 12:30 p.m. Sin embargo, durante los períodos de cosecha, tiene que esperar hasta las 9:30 p.m. para abordar el autobús muy concurrido y muy tarde para su viaje a casa.
Luisa piensa que la bicicleta es una opción mucho más segura. Aunque, al principio, sus amigos no estaban de acuerdo. De hecho, inicialmente se retiraron del programa de bicicletas en su escuela debido a la incertidumbre. Luisa de manera muy humilde, asumió el liderazgo para socializar la necesidad de las bicicletas. Es así como sus compañeros escucharon a Luisa cuando y los convenció, llegando también a ser escuchada por el director de la escuela, llegando a aceptar el programa y su permanencia en la escuela. ¿Por qué Luisa está tan comprometida con la educación?
Como les sucede a muchas mujeres jóvenes, Luisa se enamoró de un soldado. Se casaron. Muchas chicas dejan la escuela una vez que se casan, pero no Luisa. Ella sabía que su padre creía en ella.
Máximo le contó a su hija su sueño de que ella fuera a la universidad y terminara sus estudios. Cuando supo del matrimonio de Luisa, como hombre inteligente que es, Máximo dio su aprobación con una condición: ella continuaría su compromiso con la escuela. El esposo de Luisa se mudó a su casa, y Luisa está en el proceso de seleccionar una carrera entre el en diseño gráfico, enfermería o medicina.
Ella dice: “Puedo contar con mi padre por su apoyo en lo que yo elija”.
A los padres de todo el mundo como Máximo, queremos decirles gracias por ser líderes en su comunidad. Más importante aún, gracias por creer en sus hijas y en El Poder de las Bicicletas #ThePowerofBicycles.
